Home  << art+e                                           
Home << Las vidas.. Vasari
Domenico Ghirlandaio + pinturas

 

 DOMENICO GHIRLANDAIO

Biografía de : "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550

Muchos altos talentos se habrían encontrado y se habrían dedicado alegremente a las ciencias y al ejercicio del arte , si los padres los hubiesen dirigido desde el principio a esos mismos a su natural inclinación; pero sucede a menudo quizás que quienes los gobiernan  no saben más allá, y descuida aquél aquello que debería más cuidarse; y es la causa de que los talentos producidos de la naturaleza al ornamento se arruinen y se vuelva inútil para el mundo. ¿Y, a cuántos hemos visto seguir un rato largo la profesión, solo por cosa de sus padres, y que llegando a los años maduros después lo han dejado en el abandono por otro más agradable?. Es mucha la fuerza de la naturaleza, que al inclinado a una profesión saca mucho fruto y más te hace en un mes, que con estudio fatigoso y trabajo duro no hará otro en muchos años. Y sucede a menudo que a continuación, por el instinto que tira a ello, hacen admirar y asombrar con el arte y la naturaleza; como con razón hizo asombrar Domenico di Tommaso Ghirlandaio, que fue colocado en el arte del orfebre, y obligado a ello, y que permanecía continuamente pintando. Porque siendo equipado de la naturaleza de un espíritu perfecto y de un gusto admirable y juicioso en la pintura. Aun siendo orfebre, en cualquier momento siempre estaba atendiendo al dibujo, viniendo en él la destreza, que muchos dicen que mientras que ejerció de orfebre, retrataba a los campesinos y a otras personas que por el taller pasaron, sacándoles el parecido. Todavía hacen fe de ello su retratos infinitos, de que están igual y divinamente vivos. Las primeras pinturas suyas que se saben están en la capilla de los Vespucci, en OgniSanti, un Cristo muerto y otros, (# , #) y sobre un arco una Misericordia, (#) y en el lugar del refectorio una última cena al fresco. (#).

Pintó en Santa Croce a la entrada de la iglesia a la derecha, la historia de San Paulino. Y aumentando su reputación y prestigio, trabajó en Santa Trinita para Francisco Sassetti una capilla con la historia de San Francisco, que él admirablemente realizó, y que con tolerancia, con pulcritud y amor trabajó. En estas paredes retrató el puente de Santa Trinita, con el palacio de los Spini, representando dentro la historia de San Francisco cuando aparece en aire y resucita al niño, (#) donde desnuda la mirada en esas mujeres que están en la resurrección, está el dolor de ellas por el muerto en llevarlo a enterrar, y la alegría y la maravilla por su resurrección. Hizo a los frailes que salen de la iglesia detrás de la cruz para enterrarlo, con mucha naturalidad, y otras figuras que se maravillan de ese hecho, y que da gusto mirarlas. En otro hizo cuando San Francisco, en presencia del vicario, rechaza la herencia de su padre Pietro Bernardone,  y toma como vestido tela de saco ciñéndolo con una cuerda. Y de frente (#) cuando va a Roma a ver al papa Honorio y hace confirmar la regla, llevando en enero rosas a ese Pontífice. En la historia están los cardenales del consistorio sentados alrededor, y una escalera de donde salen; precisamente las figuras de medio cuerpo seguros retratos de natural subiendo, y entre esos, retrató al médici magnífico Lorenzo el Viejo. De igual manera pintó cuando San Francisco recibe los estigmas. (#) E hizo cuando se muere (#) llorando los frailes por él, donde se ve un fraile que le besa las manos, y en verdad que no se puede expresar mejor en la pintura, también está un obispo que lleva anteojos en la nariz que le canta la víspera, que de no oirse demuestra que está solamente pintado. Retrató en dos cuadros, y puestos dentro de la tabla, de rodillas a Francisco Sassetti (#) en uno, y en otro su mujer.(#) Hizo al tiempo cuatro sibilas en el ábside, y en el exterior del ornamento sobre el arco de enfrente, pintó dentro la historia, cuando la Sibilla Tiburtina había hecho adorar a Cristo al emperador Ottaviano, (#)  que para el trabajo al fresco está muy bien ejecutada y con una gran alegría de colores y mucha vivacidad. Y acompañó completando este trabajo con una tabla también de su mano, trabajada al temple; la cuál tiene dentro una natividad de Cristo (#) para hacer maravillarse a cada persona inteligente, donde los retrato iguales e hizo ciertas cabezas de pastores, que están llevadas a cabo de una manera divina.

Hizo una tabla para los frailes Jesuatos para el altar mayor. Tiene algunos santos conocidos en compañía de la virgen muy hermosa.(# , + la predela #, #,#,#) Y en la iglesia de Cistello hizo una tabla terminada por sus hermanos David y de Benedetto, con la visitación de la Virgen (#), con unas ciertas cabezas de mujer muy bellas. En la iglesia de los Inocentes hizo a los reyes magos (#) en una tabla, que mucho se elogió y se estimaba como que era moderna. En el cuál están con una bella fisonomía varios jóvenes así como viejos; y particularmente el rostro de la virgen emana honradez, con una belleza para la madre del dios verdadero, tanto como se puede hacer desde una mano humana. Y en San Marcos en una pared de la iglesia, hizo otra tabla, y en el refectorio (#) una última cena con diligencia uno y otro; En la casa de Giovanni Tornabuoni pintó un tondo (#) con una historia de los reyes magos, hecho con diligencia. En el hospital para el médici Lorenzo el Viejo, amado y estimado de él, hizo la historia del Vulcano, donde muchos trabajan desnudos fabricando con el martillo los rayos y saetas de Júpiter. Y en Florencia en la iglesia de Ognisanti, en competición con Sandro di Botticelli, pintó al fresco a San Jerónimo, (#) que está hoy junto a la puerta que entra en claustro, alrededor del cuál pintó infinitos instrumentos y libros de personas estudiosas.

También pintó el arco sobre la puerta de Santa Maria Ughi, y un tabernáculo pequeño detrás del arte del Lino, y de forma semejante un San Jorge muy hermoso, que mata a la serpiente. Y en verdad se puede decir que era muy bueno pintando al fresco, el cual trabajaba de fácil manera, siendo muy detallista en componer sus cosas, demasiado pulcro. Fue llamado a Roma por el papa Sixto IV para pintar su capilla con otros artistas, y pintó cuando Cristo llama a que dejen las redes a Pedro y Andrés, (#) y la resurrección de Jesucristo, del cual la mayor parte está fuera de servicio sobre el dintel de la puerta porque se ha tenido que sustituir un arquitrabe que se arruinó. Estaba en la misma época en Roma, Francisco Tornabuoni, (sería Giovanni, su hijo) honrado y rico comerciante amigo de Domenico, y habiendo muerto la mujer de parto (Francesca Pitti), y queriendo honrarla como merecía por su nobleza, haciendo todavía una sepultura en la Minerva, con ciertas historias de mármol, quiso que pintase Domenico toda la cara de la pared donde ella era enterrada, Y más allá le hizo una tablita pequeña al temple. Donde en esa pared hizo cuatro historias: dos de San Juan Batista y dos de la virgen; por entonces fue muy elogiado la verdad. Y tan dulce fue el trato de Domenico, que el volver de aquél a Florencia con honor y con dinero, lo recomendó escribiendo cartas a Giovanni su pariente, donde contaba cuánto él le había servido en ese trabajo y cuánto quedó satisfecho el papa con sus pinturas. Con estas cosas que oía Juan, comenzó a pensar en ponerle a trabajar en algo magnífico que honrase su memoria sin igual y de traerle una gran reputación a Domenico. Ella estaba por casualidad en Santa Maria Novella, de los frailes predicadores del convento, la capilla mayor estaba pintada ya por Andrea Orcagna; la cuál, estaba gravemente dañada por el agua al no protegerla bien el tejado de la bóveda. Por eso muchos ciudadanos tenían ya intención de restaurarla, o pintarla de nuevo; pero los dueños, de la familia Ricci, nunca querían, no pudiendo ellos por que les suponía hacer mucho gasto y no dejando a otros que quisieran resolverlo concederles el hacerlo, para no perder la jurisdicción del patronazgo ni su antiguo escudo.

Aunque Giovanni, anhelando que Domenico le hiciera esta memoria, se propuso de varias maneras intentarlo. Por último les prometió a los Ricci correr con todo el gasto, y recompensarles él en algo; poniéndoles el escudo en el lugar más honrado en esa capilla. Persuadidos, les dio un brindis amistoso, e hizo escribir en acta con mucho detalle todo lo que se acordó, y puso a Domenico en este trabajo, con la misma historia que fue pintada antes; encargándola en el precio de mil doscientos ducados de oro; y si la obra le gustaba doscientos más que fueran. Para ese hombre Domenico trabajó, ni a unos ni a otros él escucho y, en cuatro años lo había terminado; que estaba en el 1485, (1490, está escrito en la propia obra) con la satisfacción y el contento más grandes de Giovanni. Que, considerando ser bien servido, confesó ingenuamente de que Domenico había ganado los doscientos ducados de más, pero diciendo que prefería que se contentase con el primer pago; y Domenico, que mucho más estimaba la Gloria y el honor que las riquezas, al momento le devolvió todo lo restante, afirmando que había querido satisfacerle más con el trabajo que estar contento del pago. Giovanni luego pidió hacer dos escudos de piedra grande, uno de los Tornaquinci, el otro de los Tornabuoni, para ponerlos sobre los pilares fuera de la capilla. Y cuando Domenico hizo la tabla del altar con ornamentos dorados, bajo el arco para sujetar esa tabla, puso el sagrario del Sacramento, bellos; y en el frontispicio de aquél hizo un escudo pequeño de un cuarto del brazo, y dentro los blasones de los propietarios. Y al descubrir la capilla, estos haciendo grandes aspavientos de brazos decían que no se veía, y decidieron llevar el contrato al magistrado de los Ocho. Para entonces Giovanni estaba muerto, solamente quedaban para su comisión los herederos. Demostraron que se les había honrado obviamente en el lugar mejor de todo ese trabajo, y aunque estos exclamaban que no se veía, les fue dicho que estaban equivocados, y que había sido hecho poner por Giovanni encima del Cristo, para su contento. Y de estas cosas era decidido por el magistrado, que quedara como estaba. Pero si con esto parece que me desvío de la vida que se tiene que escribir, no tengo apuro: porque todo estaba en la punta de mi pluma y sirve para demostrar cuánto depende la pobreza de la riqueza; y que si esta riqueza se acompaña de la prudencia, alcanzan sin culpa lo que otros desean. 

Pero volviendo a los hermosos trabajos de Domenico, que están en esta capilla, primeramente en el ábside, están los cuatro Evangelistas, (#, # , #, #) mayor que de natural, y en el pared de la vidriera hizo historias de Santo Domingo (#) y San Pedro mártir (#), y San Juan cuando va al desierto (#) y la anunciación de la virgen (#) por un ángel, y de muchos conocidos santos  de Florencia que están de rodillas (#) sobre las vidrieras, y el retrato del natural que se ve de rodillas debajo es Giovanni Tornabuoni (#) a la derecha  y su mujer (#) a la izquierda, que dicen que tenían gran parecido. En la fachada de la derecha hizo entonces siete historias, encuadrados en compartimentos semejantes seis debajo, y un último encima, de un ancho igual a las dos, y a la izquierda las historias  de San Juan Bautista. El primero en la fachada derecha está San Joaquín (#) cuando fue expulsado del templo; donde está en su frente la expresión de la paciencia como en los de la gente el desprecio y el odio que judíos tuvieron con los que sin tener hijos vinieron al templo. Y están en esta historia, en la parte hacia la ventana, el retrato de natural, de cuatro hombres, que es un viejo con una capucha  roja y sin barba, es Alesso Baldovinetti, maestro de Domenico en la pintura y el mosaico. El otro que está al descubierto y que tiene una mano en la cadera y tiene una capa roja y debajo una vestimenta azul, es igual, Domenico en este trabajo se retrato con un espejo quedando idéntico. El qué tiene negro el pelo con los labios  grandes, es Bastiano de Santo Gimignano su discípulo y cuñado, y el otro que esta vuelto de espaldas y tiene un gorro en la cabeza, es el pintor Davitte Ghirlandaio su hermano; todos ellos dicho por quién ha sabido de ellos, dicen que en verdad son como el vivo y natural. En la segunda historia esta la natividad de la virgen (#) hecha con una diligencia muy grande; y entre las cosas notables que hizo, está la perspectiva de una ventana que da la luz a ese sitio, que engaña a quién lo mira. Y mientras, Santa Ana está en la cama y las mujeres la visitan. Colocó a algunas mujeres que lavan a la virgen con la gran cuidado, y que vierten el agua, y le preparan pañales, y que van de un servicio a otro, cada cual a su tarea, hay una mujer que tiene del cuello a la niña, y le hace con gracia gestos para reír, con la dignidad que en verdad merece un trabajo similar a este, y muchos más gestos que están en cada figura. En la tercera, que está encima, en ella representa cuando nuestra señora sube la escalera del templo,(#) donde está una perspectiva que da muy razonablemente este efecto en el ojo; y que se vé un desnudo que entonces fue elogiado pues no se utilizaba mucho, esto explica que no fuese del todo perfecto ni tiene el gusto este de los tiempos nuestros, por tener una técnica menos excelente. Al lado de esto están los esponsales de la virgen, (#) donde demostró la cólera de los que lanzan y rompen las varas que no florecieron como aquella de José; en la historia hay abundantes figuras puestas en perspectiva. En el quinto se ve a los reyes magos en Belén con un gran número de hombres, caballos y dromedarios y otras muchas cosas; (#) una historia con una buena composición. Y a su lado está el sexto, en el cual está el cruel hecho de la matanza de los inocentes, (#) con una bella pelea de mujeres frente a soldados y caballos, que empujan y golpean y en verdad, que de cuántas se miran, esta historia es la mejor, porque está con aplomo, con juicio, con talento y gran arte. Se sabe con mirar a las madres, de la voluntad impía de ésos que han sido ordenados por Herodes, que sin ninguna consideración realizan la matanza; entre estos se mira uno que colgado al cuello, muere por las heridas recibidas en la garganta de un soldado y mama, por decir así bebe, con el pecho tanta sangre como leche; qué en verdad de su naturaleza y en la manera que lo hace, resucita la misericordia donde ella cayese muerta. (Dante << Giovanna Gabrielle, trad. edic. cátedra le caza) Y seguro es suerte de Herodes que tal caso no fuera considerado. Todavía hay un soldado que ha quitado por la fuerza un muchacho, y mientras que corre con aquél lo aprieta contra el pecho para matarlo, se los ve colgando de los cabellos a la madre de aquél con la cólera más grande; y haciéndole doblarse hacia atrás, consigue tres bellos efectos: uno es la muerte del niño que está agonizando, el otro la crueldad del soldado que sintiendo tirar del sí extraño, se venga en él niño, la tercera es que la madre en ver la muerte del hijo, llena de la furia y del dolor y del desdén de ese traidor ella no quiere dejarle ir sin venganza; qué en verdad más parece cosa de filósofo admirable, que juicio de pintor. Expresa muchos sentimientos, que quién lo mira sabrá que es sin una duda un excelente artista en ese tiempo. Sobre esto, en el séptimo como en dos historias que ciñen el arco de la bóveda, está el tránsito de la virgen (#) y la asunción con un número infinito de ángeles y las figuras y los paisajes y otros muchos adornos, de los que abundaba, en su manera fácil y práctica. De la otra cara, donde están las historias de San Juan, primero está cuando Zacarías sacrifica en el templo, (#) y el ángel aparece ante él y enmudece por ser incrédulo. La historia, demuestra que siempre concurren las personas notables en los templos a los sacrificios, donde para hacer más honra retrató un buen número de ciudadanos florentinos, que gobernaban entonces; y particularmente todos los de la casa de Tornabuoni, jóvenes y viejos y otros. Más allá a esto, para demostrar que en esa edad floreció la virtud y principalmente en las letras, hizo de medio cuerpo en círculo cuatro figuras, que están razonado entre ellos, que eran los hombres más sabios por entonces en Florencia, siendo éstos: el primero es Messer Marsilio Ficino (Filósofo), que tiene ropas de canónico, el segundo con un manto rojo y un bufanda negra al cuello es Cristofano Landino (Escritor), y Demetrio Greco (profesor de griego) está de espaldas, y en medio de éstos, quien levanta una mano es Messer Angelo Poliziano (Escritor), todos con viveza y movimiento. A continuación en el segundo, está, la visitación (#) de la Virgen a Santa Isabel; en donde están muchas mujeres que la acompañan con el tocado de la época, y en medio está retratada Ginebra Benci, entonces hermosa joven. En la tercera historia encima, primero está el nacimiento de San Juan, (#) en el cual hay una bella moraleja: mientras que Santa Isabel está en cama, las vecinas la vienen a atender y la nodriza sentada amamanta al niño, una mujer con el gesto de alegría se lo pide, para demostrar a esas mujeres el renuevo que en su vejez el ama de la casa había hecho. Y finalmente hay una mujer que porta frutas a la manera florentina y frascas de vino, que es muy hermoso. En el cuarto en la otra parte esta Zacarías que todavía mudo, se asombra y en su interior se pregunta que si en ese nacimiento de ese niño él ha tenido que ver algo; (#) y mientras que el nombre le piden, fijando los ojos en el hijo que una mujer le sostiene el cuello con reverencia arrodillada ante él, escribe con la pluma dentro un pergamino: “Juan será su nombre”, no sin la admiración de muchas otras figuras, que parecen decir, quizás es verdad, o no. A continuación el quinto, cuando predica a las turbas; (#) en la historia se sabe de esa atención que da la gente en las nuevas cosas que escucha; principalmente en el caras de los escribas que oyen a Juan, que de la ley de una manera segura se burlan y odian; donde están erguidos y sentados varones y hembras en varios formas. En el sexto San Juan va a bautizar a Cristo; (#) en la reverencia de él demuestra la fe que se debe tener a tal Sacramento. Y porque esto dió grandes frutos, representó a muchos desnudos y descalzos, que esperan para ser bautizados por él, demostración de fe y deseo tallados en la faz. Entre otros uno que se saca una zapatilla, en que representa la intensa prontitud. En el final, está en el arco contiguo, la suntuosísima cena de Herodes con la danza de Herodías, (#) con infinidad de criados que ejecutan variados trabajos en la historia, donde muestra la perspectiva del edificio, que se ve en pleno y que tiene el gusto como en las otras cosas dichas de su pintura abierta y que es virtud de Domenico.

En la tabla aislada de las otras, con las figuras que hay en seis cuadros; está la virgen que se sienta en aire con el hijo al cuello (#) y santos que están alrededor (#), con San Lorenzo y a San Esteban (#) que están vivos enteramente, y San Vicente (Vicente y Antonio destruidos en la II guerra muncial) y San Pedro Mártir que solo les falta la palabra. La verdad es, que esta tabla está sin terminar, por que le llegó la muerte; aunque estaba casi acabada, solo faltaba algunas figuras de la fila de detrás donde está la resurrección de Cristo (#), y tres figuras de los que están en cuadros, que fueron terminadas por  Benedecto y Davitte Ghirlandai, sus hermanos. Esta capilla fue llevada a cabo muy hermosa, grandiosa, elegante y atractiva, por los colores llenos de vivacidad, por la ejemplar maestría y la pulcritud en llevarlos a la pared, y por el poco retoque en seco, y también por la invención y la colocación de las cosas. Y seguro que merece Domenico por todo, la alabanza más grande, y particularmente por la viveza de los rostros, retratos de natural que representan en el tiempo, la efigie viva de muchas personas importantes.

Todavía hizo en el palacio de la Señoría, donde está el reloj maravilloso de Lorenzo del Volpaia, muchas figuras de santos florentinos con adornos muy hermosos. (#)

Era muy amigo del trabajo y de dar satisfacción a cada uno, de tal manera que los aprendices de su taller sabían que tenían que aceptar cualquier trabajo por fatigoso que fuera incluso asas para cestas de las mujeres, porque si no querían hacerlos, los hacía él, con tal de no dejar descontento a nadie saliendo de su taller. Estuvo preocupado cuando tenía problemas familiares, y para esto dijo a David su hermano que llevara las cosas de su casa diciéndole: “Ya me encargo yo del trabajo, mira tu de la casa, que he comenzado a saber la manera de este arte, lástima sería que no me encargasen a mí las historias de todas las paredes de la ciudad de Florencia”, demostrando su invencible ánimo en cada empresa y su resolución en sus acciones.

Trabajó en Lucca en San Martín una tabla de San Pedro y San Pablo (#), y pintó también en San Gimignano. En Florencia trabajó muchos tondos, cuadros y pinturas variadas, que no se pueden ver por estar en las casas de particulares. En Pisa hizo la bóveda del altar mayor, y trabajó en muchos lugares de esa ciudad, como en la fachada con el rey Carlos encomendando a Pisa; y a los frailes Jesuatos en San Jerónimo les hizo una tabla. (#) Dicen que representó antigüedades de Roma: los arcos, termas, columnas, coliseos, obeliscos, anfiteatros, acueductos, era más que preciso en el dibujo que los hizo por aproximación, sin regla o compás y sin tomar medidas; y midiéndolos luego, resultan tan correctos como si se hubieran hecho a medida. Y dibujando a ojo el Coliseo, hizo una figura de pie erguida, que correspondía con todo el edificio; se comprobó de hecho por maestros después de su muerte, que no tenía la más mínima variación. Hizo en Santa María Novella en el cementerio sobre una puerta, un bello San Miguel armado al fresco, con destellos en la armadura poco hecho antes de él; y a la abadía de Passignano, de los monjes de lugar de Valle Ombrosa, trabajó en compañía de David su hermano y Bastiano de San Gimignano.(#) Donde, fueron ofendidos gravemente por los monjes, hasta la llegada de Domenico que recordó al abad, la necesidad de serviles mejor en cosas de comer, no siendo honesto confundirlos con obreros. Le prometió el abad hacerlo excusándose por lo sucedido más por la ignorancia que por la malicia. Pero aunque Domenico vino sin embargo las cosas continuaron de la misma forma. Por lo que David volvió a encontrase con el abad, diciendo que se excusaba que no lo hacía por él, sino por los méritos y la virtud de su hermano. Pero el abad ni dio respuesta, ni hizo caso de ignorante que era. A la tarde, llegada la cena, vino el monje hospedario con una tabla completa de tazones y escudillas con tortas de pobre, igual que siempre. David montó en cólera tirándole la sopa encima al fraile, y tomado el pan que estaba en la tabla se lo tiró, y lo golpeó de tal manera que gravemente vivo lo llevaron algunos a la celda. El abad que debía estar acostado, se levantó al ruido, creyendo que el monasterio estaba en llamas; y encontrando al fraile herido gravemente comenzó a contender con David. Enfurecido, David contestó que se quitara de enfrente que valía más la virtud de Domenico que la de todos los cerdos de Abades que pasaron por ese monasterio. Reconoció el abad su falta, y en adelante a la hora de tratar lo hizo con estos hombres en cuanto a lo que valían. Terminado el trabajo volvió a Florencia, y al Señor Carpi le pintó una tabla, y otra que envió a Rimini al señor Carlo Malatesta, que la hizo colocar en su capilla en Santo Domingo.(#) Esta tabla era moderna, con tres bellas figuras, e historias pequeñas debajo; y detrás figuras del bronce, que lo parecen dibujadas con el arte más grande. Dejó hecha otra (2, dice edic.1568) tabla en la abadía de Volterra,(#, fue llamado por entonces a Siena por el médici Lorenzo el magnífico y le adelantaron 20.000 ducados para el trabajo de restaurar el mosaico de la fachada del duomo; y comenzó a trabajar con buena gana y en mejor manera, pero le sobrevino la muerte, quedando el trabajo sin terminar. También dejo sin terminar la capilla de san Cenobio que había comenzado en compañía de su hermano el miniaturista Gherardo.

Se ve su mano excelente en la puerta del lado derecho de Santa Maria del Fior, donde está una bella anunciación en el mosaico,(#) que entre los artistas modernos no se ha visto en mosaico una mejor. La pintura, decía a Domenico, que el dibujo y la pintura verdadera para la eternidad, era el mosaico.

Estuvo en su compañía aprendiendo Bastiano Mainardi de San Gimignano, que al fresco tenía mucha práctica; por lo que junto con Domenico en San Gimignano, pintaron en compañía la capilla de Santa Fina, (#,#) que es muy bella cosa. Por los servicios y la gentileza de Bastiano, y llevándose bien, Domenico juzgó que él era digno de tomar a su hermana por mujer, y la amistad fue cambiada en relación; liberalidad del maestro cariñoso remunerando la virtud del discípulo que adquirió con el trabajo el arte. Sucedió entonces que Domenico cogió fiebres y enfermó seriamente, de peste, de la cual en cinco días la vida lo quitó. En la enfermedad, Giovanni Tornabuoni le regaló 100 ducados de oro,(matado ya tras el relato, 1490, ¡lo resucitamos para pagarle la deuda de honor!) demostrando la amistad y los servicios que Domenico le había prestado a Giovanni siempre. Domenico vivió 44  años y con muchos suspiros y lagrimas piadosas de David y Benedectto sus hermanos y Ridolfo su hijo con un sepelio hermoso y exequias en Santa Maria Novella, que tal pérdida originó mucho dolor en los amigos; y tras la muerte del él, muchos pintores excelentes en el extranjero escribieron a sus parientes, que les apenaba amargamente su muerte.

Sus discípulos que le siguieron: David y Benedetto Ghirlandai, Bastiano Mainardi de Santo Gimignano y el florentino Miguel Ángel Buonarotti, Francesco Granaccio, Niccolò cieco, Iacopo del Tedesco, Iacopo dell´Indaco, Baldino Baldinelli y otros artistas, todo el florentinos. Murió en el 1493. (11 de Enero de 1494 a sabiendas del error en el calendario de entonces por el propio Vasari sería exacto) y entonces se ha honrado con estas partes posteriores:

DOMENICO GHIRLANDAIO.

DEMASIADO PRONTO LA MUERTE

CORTÓ EL VUELO A LA FAMA; QUE A LOS CELESTIALES ASTROS

PENSÉ ALCANZAR CORRIENDO

AUN MÁS QUE ZEVXIS Y PARRASIO, ESCOPAS Y APELES. 

logró la perfección Domenico en el arte de la pintura sobre todo en el mosaico modernizando este trabajo más que ninguno en la Toscana, de infinitos que probaron, como lo demuestran las cosas hechas por él aún que sean pocas. Por ello merece memoria, y en el arte merece alto grado, honor extraordinario y ser celebrado con alabanzas después su muerte.


Domenico Ghirlandaio + pinturas
Home  << art+e                                           
Home << Las vidas.. Vasari