Realmente fue admirable, no solo por su virtuosa modestia, adornada con amabilidad y con la raras virtud, que fácilmente se reconocen en sus honradas acciones de Antonio Rossellino escultor; quién hacía este arte con tanta de gracia, que cada añadido suyo a las virtudes se le reconoce y se le consideraba mucho mas que hombre y adorado casi como santo, por aquéllas excelentes cualidades que habían gozado de su virtud. Se le llamó a Antonio el Rossellino de Proconsolo, por el lugar de su taller en Florencia.

Era maestro muy excelente, o mejor dicho maravilloso en la escultura, considerándole mucho mientras que estuvo vivo, y celebradísimo después del muerto. Fue suave y delicado en su trabajo, que realizaba con finura y pulcritud muy perfecta, que la manera suya precisamente se podría decir verdaderamente y realmente lo que se dice moderna.

Hizo en el palacio de Médici la fuente de mármol que está en el segundo claustro, en el cual, hay algunos niños que hacen barrera a los delfines que lanzan agua, y están terminados con suma gracia y con manera muy diligente.

En la iglesia de Santa Croce en la pila del agua bendita, hizo la sepultura de Francesco Nori, y sobre aquélla una virgen María de bajo relieve (#, no está clara la autoría), y otra virgen María para la casa de los Tornabuoni, y muchas otras cosas enviadas fuera a diferentes partes, así como a Lyon en Francia una sepultura de mármol.

En San Miniato al Monte, en el monasterio de los monjes blancos en las afueras de Florencia, le pidieron hacer la sepultura del Cardenal de Portugal (#), que maravillosamente la llevó, con diligencia y gran artificio, que no se puede imaginar de un autor que pueda nunca verse algo con tanta pulcritud, acabado y gracia. Que al verla parece imposible, por su dificultad, en las cosas; que se ven en algunos ángeles, que hay tanta gracia y belleza en los aires, tejidos, y tanto astuto artificio, que no parecen de mármol, por lo muy vivos. Por éstos, uno tiene la corona de la virginidad de este cardenal, de quien se dice que murió virgen. Otro la palma de la victoria que adquirió contra el mundo. Y entre las muchas cosas artificiosis que hay, se le ve un arco de piedra berroqueña que sostiene una cortina de mármol, muy perfecta. Que entre el blanco del mármol y el gris de la piedra, parece mucho más similar al verdadero paño, que al mármol. Sobre la caja del cuerpo están algunos niños realmente bellos y el muerto mismo, con la virgen María en un tondo, trabajada muy bien. La caja tiene el garbo de la de pórfido que está en (# , Ahora en la capilla Corsini, tumba de clemente XII en san Juan de Letrán) en la Ritonda en Roma. Esta sepultura del cardenal fue puesta hacia 1458. Y mucho satisfizo la forma suya y la arquitectura de la capilla al Duque de Malfi, sobrino del Papa Pio II, que de sus manos, al maestro le hizo hacer en Nápoles otra para su mujer (#), similar en todas las cosas, fuera de la muerte.

Además les hizo un tabla de un nacimiento de Cristo (#), y encima del pesebre, puso un coro de ángeles sobre la choza que cantan con la boca abierta, de una manera que parece que respiran, Antonio les dió otro movimiento, y con tanta gracia y con tanta pulcritud, que más no se puede en mármol, cincel y talento. Por lo que mucho se le han considerado sus cosas por Miguel Ángel y todo el resto de los artistas más que excelentes.

En la parroquia de Empoli hizo de mármol un San Sebastián (#), que se tiene por cosa muy hermosa; y finalmente murió en Florencia a la edad de 46 años.

Dejó a su hermano arquitecto y escultor, llamado Bernardo, que en Santa Croce hizo de mármol la sepultura de Micer Leonardo Bruni de Arezzo (#), historiador florentino. Este de continuo se dedicó a la arquitectura, pero por no alcanzar el estado de excelencia de su hermano, en realidad casi no hay memoria.

Trabajó Antonio Rossellino sus esculturas alrededor del 1460. Y como las obras están plenas de diligencia y dificultad, en los hombres logran más admiración, al conocerse estas dos cosas sobresale en sus trabajos, y logran el mérito renombre y honor, como lección en el arte y como ejemplo muy determinado para los modernos escultores que pudieron aprender como deben hacerse las estatuas, que por medio de superar la dificultad aportan luego elogio y renombre muy grande. Luego después Donatello lo añadió al arte de la escultura el pulido y final, buscando redondear sus figuras, que parecían para todo reales y terminadas. Y por aquella infinita gracia que puso siempre en sus cosas, no faltó quien después de muerto lo honrase con este epitafio:

EN VIATOR POTIN EST PRAETEREVNTEM NON COMPATI NOBIS? CHARITES QVAE MANVI ANTONII ROSSELLINI DVM VIXIT SEMPER ADFVIMVS HILARES, EAEDEM EIVSDEM MANIBVS HOC MONVMENTO CONDITIS CONTINVO NVNC ADSVMVS ADERIMVSQVE LVGENTES.

 

aprox: ¡Eh!, caminante ¿porqué no te compadeces de nosotras cuando pasas? La Gracias que de las manos de Antonio Rossellini siempre estuvimos contentas mientras vivió, pero ahora esas están enterradas en este monumento, y por ello estamos y estaremos llorando.

 

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