Vincenzo da San Gimignano
Pintor
Texto traducido de "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550
¡Cuanta obligación les queda a los escultores y los pintores
con Roma!. Las pocas antigüedades que la voracidad del tiempo y la
glotonería del fuego que mal las dejaron, hay otro espíritu
en su nuevo cuerpo, y en otro apetito atrae el nuevo gusto. Esperado que
muchos se desengañen de una inútil locura durante mucho tiempo
continuada en la contemplación, los cuales al ver los maravilloso
trabajos tanto de los antiguos y modernos autores de como se impulsaron,
y abandonan los últimos errores, siguiendo lo bueno, conduciéndose
a las cosas con perfección de una hermosa manera, e imitando este
orden desnudo, que es causa admirable de estos para hacer ellos lo mismo.
Como se comprueba que hizo Vincenzio de San Gimignano pintor, quien cercano
al gracioso Rafaello de Urbino, trabajó en las logias papales.
Se produjo que, al agradarle mucho la terribilità del claroscuro, que trabajaban en las fachadas de las casas, Maturino y Polidoro, se impuso en su espíritu de seguir la manera de ellos. Como una que hizo en el Borgo en frente al palacio de Micer Giovan Batista de l´Aquila con la fachada de terracota, donde hizo un friso en el cual figuró las nueve musas con Apolo en medio (perdidos, estos y todos los demás que siguen), y sobre esto puso algunos leones, encargo del papa, que se tienen por muy bellos.
Tenía Vincenzio su manera muy diligente, con unas figuras agradables y suave color, y continuamente imitó la manera del gracioso Rafaello, como se ve aún en el mismo Borgo frente al palacio del Cardenal de Ancona, en una fachada de la casa, dónde Vulcano forja las flechas de Cupido, con algunos desnudo muy buenos y otras historias y estatuas, las cuales le rindieron la consideración de los que estaban en el arte por su valía.
Hizo aún en la plaza de San Luis de los franceses en Roma una fachada, en la cual están pintadas infinitas historias, la muerte de César y el triunfo de la Justicia, con un friso con batallas de caballeros, de la culta mano de Vicenzio trabajados y conducidos. Y en tal obra cerca del techo entre las ventanas puso algunas virtudes, con muy bonita manera trabajadas y terminadas.
Del mismo modo la fachada de la Epifanía detrás del Curia de Pompeo; y cerca de Campo de Fiore, donde hizo a los Magos siguiendo la estrella, cosa loadísima; y otros infinitos trabajos en esta ciudad, la cual con su aire ha guiado los talentos continuamente y los hizo impulsarse. Cuando había adquirido crédito en esta ciudad, en el año 1527 la furia del saqueo lo arruinó.
Por lo que lamentándolo volvió a San Gimignano su patria. Donde entre el malestar soportado y la falta del amor al arte, al no estar entre los divinos talentos y fuera del ambiente que allí a los talentos abastece e inspira a hacer cosas raras. En esta tierra hizo fachadas y otros trabajos, que no los contaré pareciéndome tapar cada elogio que en Roma había adquirido. Basta decir, que se ve de la experiencia, que la violencia desvía y causa la pérdida de talentos, que toman el camino opuesto, y los hacen torcer al camino contrario. Como se ve que le pasó aún a su compañero llamado Schizzone (¿?), que hizo en el Borgo algunas cosas elogiadas, y cosas en el Campo Santo de Roma, y en San Stefano degli Indiani; los soldados le obligaron a dejar el arte, y al poco a tiempo perdió la vida. Pero volviendo a Vicenzio, viniendo en edad de la vejez, en San Gimignano de fiebre terminó la vida el año 1533 (Sin certeza aún, fechan en 1530).