Marco Calabrese
Pintor
Biografía traducida de "las vidas de los mas excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos", descritas por Giorgio Vasari, Edición Torrentina de 1550
Cuando el mundo tiene una luz en una ciencia que se muestra grande, universalmente
resplandece por todas partes, y en algunos lugares parece la principal
llama y en otros la infravaloran, según el lugar y los aires y las naturalezas
a que se inclinan, que parecen los milagros mayores o menores. Y la verdad
continuamente algunos talentos en algunas provincias son aptos
para algunas cosas, donde otros no pueden ser. Ni
por muchos trabajos, llegan sin embargo nunca a alcanzar el nivel de alta
excelencia. Pero cuando comprobamos en alguna provincia que nace el fruto,
donde no lo hace normalmente, nos maravillamos. Tanto más nos alegramos
si es un talento bueno, cuando lo encontramos en un país donde no nacen
hombres de similar profesión.
Como fue con Marco Calabrese pintor, que, partiendo de su patria, eligió como agradable y llena de dulzura para su vida Nápoles, así bien en sus inicios marchó a Roma para terminar sus estudios de pintura. Pero sí le fue grato el canto de la Sirena, y más divirtiéndose de tocar el laúd, que los dulces sones del Sebeto (bahía de Nápoles) lo atrajeron, y quedó prisionero con el cuerpo, hasta que rindió el espíritu al cielo, y a la tierra lo mortal.
Hizo Marco infinitos trabajos al óleo y al fresco, y en esta patria mostró valer más que ningún otro, que en tal arte en su tiempo ejercía. Como dio fe en Aversa, a diez millas alejada de Nápoles, y particularmente en la iglesia de San Agustín, en el altar mayor hizo un tabla al óleo, muy adornada, y distintos cuadros con historias y figuras trabajadas, en las cuales figuró a San Agustín disputando con los herejes (#), y encima y en las bandas (permanecen en la iglesia de San Agostino alla Zeca pero en Nápoles), historias de Cristo y santos en distintas aptitudes. En este trabajo se ve un estilo muy uniforme y toma cosas de la manera moderna, y con muy hermoso y práctico coloreado en él. Éste fue uno de los tantos trabajos en esta ciudad, y para diversos lugares del reino que también hizo.
Vivió alegremente de continuo, y muy buena vida se dió. Sin embargo no teniendo quien lo emulase, ni enfrentase de los autores en la pintura, fue siempre adorado de los señores, y por las obras se hizo pagar muy bien.
Llegado a los 56 años de su edad, de una enfermedad ordinaria terminó su vida. Dejó a su discípulo Giovan Filippo pintor napolitano, el cual en compañía de Leonardo su cuñado, hizo muchas pinturas y hacen: y de quién por estar vivo y en ejercicio continuo, no debo llegar a hacer clara mención. Fueron las pinturas del Maestro Marco trabajadas ente 1508 y 1542, Y no le faltó a continuación quien lo haya celebrado con esta epigrama:
HICIERON
DE SU SUAVE CANTO
DOLOR AMARGO DE LAS SIRENAS ESBELTAS;
PARTENOPE, LLORA
QUE VN NVEVO APOLLO ESTA MUERTO, Y VN NVEVO APELES.